Friday, July 06, 2007

El cerebro de la contadora

Hay actores a los que no se les puede creer. Por ejemplo, nunca le he creído a John Malkovich. Cada película diferente, cada historia diferente, él permanece...: él como John Malkovich en el papel de John Malkovich. Igual que nuestro Diego Luna que siempre es Dieguito Luna en el papel de.... adivinen...Dieguito Luna! Ese hobbit siempre es el mismo personaje, no? Bueno, el punto es que desde hace tiempo y de lunes a viernes y en horarios de oficina tengo muy presente la película ‘¿Quién quiere ser John Malkovich? (donde efectivamente es válido que Malkovich actúe como Malkovich- la vieron?)’.

Resulta que un día entré al sanitario de la oficina a hacer lo que debía en uno de los mingitorios (nunca me gustó esta palabra; repítanla en la mente y no, no... no suena bien no sé por qué...). No había nadie, absolutamente nadie y de pronto y de la nada sale un cabrón de una de las puertas-casitas de los retretes. Putamadre el susto! Y putamadre el disimular tener todo bajo control mientras este carnal, como extraído de London o The chimney sweeper, sucio, fatigado, ojeroso, delgado, con los ojos desorbitados y enfundado en un overol de ilusiones rotas, se diría, abandonaba el lugar.

De dónde había salido??? Eché una mirada y encontré una puerta, una puertecilla como para enanos –sí vieron la peli?- en la que dentro sólo deslumbraba la oscuridad... Y empecé a debrayar pensando en si existen umbrales a mundos o zonas paralelas, otras dimensiones... reconocí en este punto que aunque a Malkovich no le creo –nota: es más probable que sea yo quien no sepa apreciar sus actuaciones (con Dieguito no hay falla, siempre es él en su papel)-, el guión de esa peli está bueno simplemente por abrir... cosas... algo más que la tapa del retrete, pongamos.

Y no sé si porque apenas era martes aquél día pero empezaba a notar similitudes entre estas oficinas y las oficinas de la película. Por ejemplo, al igual que en este filme nosotros también caminamos medio agachados... aunque nosotros por la opresión de un sindicato muy cabrón que a la menor amenaza a los sindicalizados están listos para meterte desde un reporte hasta un paro nacional. Es un sindicato que, por ejemplo, se dedica a organizar la comida por el día de las madres sindicalizadas... en pleno junio!! junio!! Nadie de los no-sindicalizados dijimos nada, por supuesto...

Y bueno, como en cualquier otra oficina no fue posible guardar el secreto de la puertecilla. Lo supieron incluso las compañeras del departamento administrativo que, aunque la puertecilla no está en su baño, es más, ni siquiera en su piso, les vimos intenciones de que, así como venden dulces en sus escritorios y bufandas esferas y series de luces en épocas navideñas, estaban tratando de lucrar, como en la peli, con tours organizados al cerebro de quien resultara responsable, recuerdan que en la peli aquella puerta lleva al cerebro de Malkovich y se dedican a lucrar con ello?

- Pero y si nuestra puerta no te lleva a un actor, sino al cerebro de la contadora Sarmiento? –preguntó un compañero con visión.

Y desde entonces ya nadie se acerca a la puerta... incluso los de arriba pidieron un memo a los de abajo para mandarlo más arriba y entonces cancelar la puerta, lo más pronto posible. No sé si sea yo, pero a las compañeras del depto. administrativo las he visto ya tan resignadas de no poder lucrar con los tours que mientras llega la época navideña, además de dulces, han empezado a vender películas piratas. Ahí, alineadas, están Todo el poder, Y tu mamá también, Nicotina, La terminal, Dirty Dancing, Criminales, Sólo dios sabe... y próximamente... El búfalo de la noche...