Monday, December 31, 2007

Ya, por último...

Hasta el último momento el año sería desechable. Sugirió todo el tiempo y sugería aburridos autoexilios... Pero en ese año nuevo personal que inventaste gracias a una secta de veladoras un día antes a las 5:13am, tú y tu Gato de Cheshire sobre Palacio lo han rescatado con campanadas de cosas sin nombre. A mi vida también la han revisitado. Brindaré por eso. Por ser lo último que me ocurre... bueno por último...

10...9...8...7...6...5...4...3...2...1...

Lo mejor de la vida llega siempre mañana y en este caso es el 2008. Parabienes, parabienes para ustedes para todos para sus familias parasiempres siempre siempre que he pedido un único deseo, con un poco de maña: mi deseo es que se cumplan todos mis deseos, pero entre esos deseos está aquél que pide que cumplan y se cumplan los de ustedes...
Un abrazo un beso una uva una bengala un ponche una cena un deseo cumplido del tamaño del 2008... y estas campanadas que saben a cuenta nueva.

.g.

Saturday, December 29, 2007

Lay lady lay...

Ese laguito en el techo nos convierte en la toma aérea de una película aburrida donde lo único que ocurre es que yacemos.

Pero nadie se entera que en una tabla de futuro mis ojos surfean sobre tus ronquidos. O que con tu brazo izquierdo sobre mí inventas un planeta; con el derecho un jardín. O que el tiempo se encoge a luz mutante. O que los dedos de mis pies cuentan chismes a los tuyos. O que daremos un salto al vacío, sin besos al horizonte de la despedida.

Ni que duermes en el fondo de la lluvia que imagino.

O que esta cobija con tu corazón bordado es lo que quita el frío y las estrellas tatuadas en tus manos lo que da la luz de 40 watts. Que tus piernas-tren hacen vías al sur. Que la tv apagada repasa tus nombres: Oxígeno, Cenicienta Morrison que Espero en una Cabaña junto a la Carretera para Salvar la Ciudad; Libro de Shaun Tan...

Ni que hasta hoy la noche ha encontrado al fin su mejor forma, en ti.

Ese laguito en el techo nos convierte en la toma aérea de una película aburrida, aburrida, que sólo tú y yo soñamos.

Árbol extendido...

Alguna vez me instruía sobre la poesía, de lo que representa una hoja en blanco, de cómo seleccionar las palabras precisas en una selección que radicaba en el vacío, en el vacío y no en las palabras en sí; en que la vida del poema, pues, no la daban las palabras sino lo blanco.
Desde hace unos meses el buen Oscar Cid de León ha llenado y/o dejado en blanco los espacios que debía. Hermano de ramas, me ha regalado un árbol que en breve presentará (avisaré): "El Árbol Interregno", lo cual es una gran noticia-sorpresa al ver publicado por fin poemas como "Por ejemplo" y "Gusano", que alguna vez, por cierto, usé para un dizque articuento sobre asesinos seriales.
Les dejo unas ramitas del buen Cid... Y a mi buen Óscar, que en este momento no hace más que leer historia, un abrazo urgente... gracias por este arbolito y su sombrita, en él grabaré mi nombre porque como me enseñaste que decía Cocteau, El árbol es mejor que el mármol / porque en él los nombres crecen.


Se anfíbracan
con los cuerpos desnudos.
Ella se desjintanjáfora
mientras él se jala la sinalefa.
Se troquean, se dactilan,
son capaces de soportarse el anapesto
y se asíndetan sin guardar la compostura.
Nada piensan,
cacofonan,
cocaesnifan...

Se escriben para adentro,
los amantes.

Río
No me bajan de imbécil porque una vez vieron que te besaba y me daba risa. Es que tengo problemas de lenguaje y prefiero hablar con las cosas que ya existen:

Te beso y me río

con todos sus peces y sus piedras.

Te veré en la tarde
Te veré en la tarde.
Llevaré galletas
y un gato que te acompañe.

Hablaremos del síndrome.
En dónde ha masticado
últimamente.

Te veré en la tarde si veo que alguien no te dejó otro
gato;
si me dan ganas de cruzar tu verja,
abrir la puerta y encontrar el mismo sitio.
Si me dan ganas
y menos miedo de ver
cómo
te has ido borrando
últimamente.

Tuesday, December 25, 2007

Huelga...

Estarás en el cine descifrando si Peter O’toole actúa que está viejo o realmente ya está viejo. Yo tendré mis sienes ocupadas tratando de imaginarte, con tu amiga S, en una butaca desde donde brillan tus lentes-libélula.

Ya los estafilococos que dejaste hace unos días envían cartas sabor papel y preguntan por ti. Y por tu voz. Por tu voz por esa voz tuya que sabe a lluvia.

Te dije que esta mañana en el parque, tirado y a lado de una niña encontré un plan para tu ausencia. Me pides una probadita consolándome diciendo que no habrá miedo a lo que haga que sólo es curiosidad que no te asusta lo que hagamos. Pero como las canciones de J H Luna a esta idea debemos, frente a frente, partirla en rebanadas quedándote tú con la más grande; con esa porción que entonces podrás deshacer con las flechas de tus uñas pintadas de negro o comer como mazapán. Y asentir. O negarte.

Estarás en el cine descifrando a Peter O’toole cuando la abandonada cucaracha metalinalámbrica suelte una invitación -introducida por un ringtone que Placebo paga triste-. Pero no acudo… ya no acudo a esas citas, que la soledad no sirve acompañada.

Y entonces y en lo que tú estás ahí preferiré quedarme con tus estafilococos que inician una huelga para demandar que les otorgues tu voz que sabe a lluvia en la arena; preferiré quedarme a verte imaginando que estarás en el cine con S descifrando a Peter O’toole.

Imaginaré entonces que mañana tendremos una conversación:
- Peter actúa que está viejo o realmente ya está viejo?
-Cómo?... pero si llevabas tus lentes-libélula.
Pero lo que en realidad preguntarás es:
- Cuando esté viejita y a punto de morir -como Peter-... me llevas al mar?...

Música para letras de Juan Hernández Luna...

- No se quién soy; a veces me creo fantasma. Fui primogénito de mi padre y sin mirada propia. Nací sin ojos. Cuando necesitaba pedía unos en préstamo. Mi prima me ayudaba. Era de mi edad y de mi familia, lo cual estaba permitido. Me quería mucho, siempre juró que si llegaba a morir podía quedármelos. Lo decía sonriendo, imaginaba para siempre sus ojos de azul intenso en mi cara quemada por el sol.

“Vivíamos en Silos, puerto lleno de promesas y mujeres que sonreían. En sus calles abundaba un olor a manzanilla, y en la abertura con que saludaba al mar se miraban gaviotas y un romper de olas infinito.

“Todos los días en la playa crecían infinidad de canciones que se recogían de madrugada, antes que el sol apareciera. Los cancioneros iban de casa en casa entregando su cargamento. Todas eran diferentes. A veces encontraban alguna que resaltaba por su belleza. Quien lo hacía, podía apartarla; con ella regresaba a casa.

“Para entonces la madre tenía la mesa puesta y todos esperaban ansiosos que terminara el desayuno, entonces la madre cortaba la canción en rebanadas y la daba a los niños.

“La rebanada mejor era siempre para los abuelos: la deshacían con los dedos y se acariciaban la cara mientras tomaban el sol.

“De mis cuatro abuelos sólo conocí a una abuela. Los demás hacía tiempo que habían sido picados por un mosco de cruz. Durante años mantuvimos sus cuerpos acostados en un cuarto al fondo de la casa esperando despertaran. Pasó el tiempo y la carne de mis abuelos fue oliendo mal hasta que terminó pudriéndose. Fue necesario enterrarlos.

“Mi padre pensó tomar los ojos de alguno de ellos para mí, pero los de mi abuelo Pablo eran pequeños y rasposos, jamás pude acomodarlos bien, se caían continuamente, y los de mi abuela Nora ni siquiera entraron, era tan corpulenta que aún anciana podía capar un cerdo. Y los ojos de mi abuelo Jacinto eran ciegos, como los míos.

“Mi abuela Anauj vio morir mucha gente y salvó a otros tantos. Sabía curar el mal de flor, el de solomillo y hasta el de pangesia. Con ella me gustaba platicar de cómo vio nacer el mundo, de cómo el lugar donde vivíamos era una isla que se fue juntando con otras hasta formar los desiertos tras las montañas. Siempre decía que cuando el desierto nos alcanzara sería el fin. También me platicó de cuando mi padre se metió una semilla de frijol en la nariz y al paso del tiempo ésta germinó y comenzó a crecer y crecer hasta dar frutos. Yo mismo conocí esa mata de frijol sembrada en el patio.

“Por las tardes escuchaba los pasos de las jóvenes que iban a la cita con sus amantes. Más tarde se oían los perros ladrar a las olas o a los muertos. A esa hora se debían abrir las ventanas de la casa. Decía mi padre que era para que el viento no se sintiera preso, porque si eso sucediera no podría regresar a la playa y no habría canciones qué levantar por la mañana.

“Mi padre era uno de los hombres que se encargaban de surtir canciones a la gente. Me gustaba su trabajo, siempre quise ser cancionero, levantarme temprano y volver con mi cesta repleta de melodías azules con orillas blancas, moradas verdes o rojas color madera. Había unas que bajo los rayos del sol se deshacían, su polvo sonaba como azúcar mojada; si se mordían, la música quedaba en los dientes y todo el día tenía uno para andar de buen humor y mucha risa.

“En Silos nunca hubo muertos graves. Todos cumplían su edad y se iban silenciosos. Hubo incluso quienes buscaron a propósito que los picara un mosco de cruz, como a mis abuelos.

“La única muerte de la que mi abuela platicó había ocurrido años antes. Era una muchacha enamorada de un hombre que la burlaba haciéndole creer que la quería. Cuando la joven le reclamó, el hombre le dijo que aceptaba unirse a ella si le demostraba su amor. Y como las acciones no se explican, la joven se fue desde una noche antes a la playa a esperar que apareciera la canción más nueva y más hermosa.

“Fueron tantas las que nacieron ese día que la arena de la playa parecía tapizada por cangrejos y collares, por flechas brillantes ondulando sin parar… No supo cuál escoger. De pronto, en el acantilado, vio una diferente a todas, algo nunca visto. Corrió a tomarla. En su intento fue arrastrada por las olas.

“Cuando el mar la regresó tenía un puño de mariposas grises en su mano izquierda y en la otra un escarabajo. Su cuerpo estaba blando y pegajoso como el pan cuando se moja.

“Alguna vez mi prima y yo platicamos sobre esto y nos reconocimos comunes a un origen de sombras, sal y agua. Sentimos miedo. El mar nos atraía tanto como sus acantilados y soñábamos nuestros cuerpos desnudos, sumidos en profundidades de peces y lirios. Al despertar cientos de caracolas anidaban en nuestras manos y vivían el espacio como nosotros compartíamos la mirada. Años más tarde mi prima murió y sus ojos quedaron para siempre en mí.

“Ahora es tarde. No puedo seguir platicando mi vida, debo descansar. Mañana contaré de cuando mi prima comió tantas canciones que casi se ahoga, y de cómo castigaron al hombre que provocó la muerte de la joven. Fea muerte la que deposita el amor convertido en odio. Ahora duerme, dulce niño, descansa, que Filogonio, genio y figura, surcador de todos los mares del mundo te cuida, duerme, seré tu ángel de la guarda en este reino de llanto y crujir de dientes. Tranquilo, no hay poder en el mundo que contra mí se resista. En verdad os digo que olvides por un momento tu destino y tu nombre, el desierto que tanto sueñas, y cuídate de una mujer que te quiere a su ley. ¡Este pueblo está maldito!...”

- De acuerdo, ya escuché suficiente. Ahora le quitaré la botella si no me cuenta lo que quiero saber.

Fragmento del cap. XII de Naufragio; Ediciones B.

Monday, December 24, 2007

Recuerdos de galaxias futuras...

Primero pensamos que desde niño era un joven Padawan. Un aprendiz Jedi practicando con su espada láser. Es más, Luke Skywalker...
Pero no.
No era un disfraz de la guerra de las galaxias sino de angelito en una posada; tampoco una espada espacial sino el palo para darle a la piñata.
Le he dicho al buen Haba que se mantenga firme con la primer historia.
Y desde este agujero negro y desencantado, un abrazo para este bro, Jedi de los videojuegos y joven, joven, joven aprendiz del futbol -le va al Atlante-.
Aquí posando con Majestad Oscura

Acabemos con él...

...Y no se hable del maldito Santa Clós. Es como castración química como gol del Atlante en una final contra la UNAM como poema del poeta caníbal como infomercial de producto invernal.
Aunque una vez ideamos un plan; no duró muchos años pero durante ese tiempo pusimos en marcha nuestra invención que servía para desparecer al cerdo buenaondita vestido de rojo.
Inventamos a la Rata de los Deseos.
A partir de ese momento quedaba claro: lo que en realidad llegaba en la noche-madrugada del 24... era la Rata de los Deseos. Es ella a quien había qué pedirle regalitos. Y deseos. A ella y no a ese que abarca la tv todo diciembre.
Esta madrugada que de pronto me vino un espíritu no navideño sino paternal (oh, diablos), he pensado que cuando tenga un hijo le diré la verdad sobre Santa. Que no existe, que son los padres. Pero le inventaré algo, un animal una persona un super héroe un dibujo animado una sombra un hada un troll un gigante un caballo un futbolista de la UNAM una leyenda del rock un boy-scout (si acaso sale ñoño) un panadero algo alguien que llegue en la noche y le deje regalos.
Podrían molestarlo en la escuela pero prefiero eso a que ande como robot repitiendo lo que dicen en los comerciales: 'este año le voy a pedir a Santa'. Y será entonces el único niño o niña que conozca sobre ese único ser que llega en la noche del 24... perdón, en la víspera del 24 (y paréntesis: por qué todo el año son noches pero el 24 y antes de año nuevo son vísperas; vísperas?? a ver, por qué no se puede decir 'mañana es la víspera del cumple de la secre, qué van a hacer, irán con sus familias, dónde brindarán, harán pavo o pierna o romeritos?'... a ver, a ver...).
Bueno, a enfrentar entonces esta maldita fecha, estas malditas vísperas, como todo lo que no nos gusta pero a lo que hay que poner buena cara; y sí... finalmente... a disfrutar no queda más... A disfrutar, que la vida dura tres días y dos salen nublados. Por eso pongo buena cara...
Pastillita de insomnio, insomnio...

Friday, December 14, 2007

Telarañas por las costuras...



A falta de inspiración a exceso de un viernes que parece lunes, esta rolita de Kiko Veneno en una peli que quizá es el único musical que me gusta porque además que sale Paz Vega está chistoso; y porque la última vez que lo vi me vienen recuerdos de risas y carcajadas bobas; había casa llena ese día...

Wednesday, December 12, 2007

(...

Me recibió en su casa, la única en el edificio que estaba iluminada de madrugada y amabilidad. Apenas abrir vi que la separación le había sentado tan bien: que se pone más guapa que se nota más madura que sus faldas son más cortas -promete- sus palabras más precisas. Que seguía teniendo un ojo de un color y el otro del mismo y que tal como si se hubieran puesto de acuerdo, los dos en ese momento, eran verdes. Y su melena miel.

Noté que la separación le sentó tan bien como a Demi Moore luego de Bruce Willis. Pero ella no sale con Ashtons sino con Brad Pitts y Johnny Depps de 40. Ancianos, le dije, ancianos… y ella respondía con una traviesa mueca (‘toda mujer de 29 años sabe que en realidad son hombres que están en su punto’, eso era para que sólo lo pensara pero lo terminó diciendo ante la mueca mía, sin travesura). Y yo, yo, que me conformaría con que una mujer me regalara su muela del juicio bañada aunque sea en chocolate o helado para decir que –sólo por esa excentricidad-, salgo con alguien parecida a Scarlett Johansson que es una guapa que regala sus muelas bañadas en oro…

Pero no.

Era el muerto raro que resucita de madrugada y que veía heridas húmedas en los techos. Ella la buena persona de siempre que luego me enseñó imágenes de sus conquistas-pretendientes. Según mis cálculos rompe de uno a tres corazones por semana y a veces para eso suele salir acompañada de otra rompecorazones, la Nana Fine, otra guapa y que en el fondo hacen lo que cualquier mujer de sus edades debería hacer, pasarla bien en fiestas gente fiestas risas…

Yo también le mostré fotos pero las mías no valen. Le conté mi vida sin atreverme a ver qué es lo que piensa ahora de mí… por ejemplo, de que una vez más me quedaré sin trabajo…

Y cuando nos despedimos le invité una cerveza. No nos podemos emborrachar juntos porque acabaríamos revolcándonos, así dijo (le faltó agregar, como marmotas en brama). Pero tuve sentimientos encontrados: por un lado eso era un halago; por otro, por otro… por otro… Entonces pensé ir al Zócalo a plantarme y exigir que esos cabrones Pitts y Depps la liberaran. Ir a los medios. Denunciar a esos putos pedir ayuda del Barzón y hacer marchas para que la dejen en paz… pero no…

Cuando era niño hice la pintura de un paisaje. La maestra montaría una exposición con los mejores trabajos. El tuyo es perfecto pero… tiene un detalle, me dijo. Pequeño detalle. En una esquina superior del lienzo había pintado una luna y atrás de ella una nube. ‘Es que… las lunas no tapan a las nubes, no has visto? no sabes que eso es imposible? que son las nubes las que tapan las lunas los soles? Bonita-perfecta pintura pero imposible.

La relación con Tierra fue así. El paisaje con ella era perfecto. Navegar en su bicicleta de besos por under-planetas. Descubrir con mis pezuñas sus líneas en la espalda. Su bailar de Michael Jackson. El nuestro, slows with you tonight. Sus labios líneas tristes. Su pulcra ortografía. Su bonita y hermosa ortografía. Los mares todos suyos los cielos compartidos. Bonita-perfecta pintura pero imposible… sólo que ahora el lienzo fue el infinito y en él, de nuevo, sabotaje: la luna que tapa a la nube… Y no. Y lo que más siento es haberle dejado tan poco, tan poco… tan tan poco…

Ya somos amigos…

RESUMEN DE OTRA FERIA (TAMBIÉN INFERNAL)…

Está mal tomado pero es exactamente de ese día...

Siete horas de carretera con la ventana de mi cabeza despensante y cielos de Figueroa. El resto del paisaje carecía de argumento. El clima, invierno tercermundista. La compañía (un verdadero honor): dos talleristas promotores de literatura infantil (pero esa es otra historia).

Perdí el tiempo o se congeló. Letras autores invitaciones, las vueltas de timón a la noche señor taxista vamos al Galeón que cerraremos tratos con hombres manoseando estripers de siete meses de embarazo… cervezas… Ahh, y la sensibilidad a la belleza tapatía…

A mitad de la estancia la fiebre. De la mala… cóctel de pastillas… cóctel de reclamos… cóctel de errores… las cosas no funcionan ni mi cabeza ni mi panza ni mi temperatura ni mis jefas. Me quieren regresar antes de tiempo. El argumento que dictaron sus hormonas: es que no hace nada. Pero imposible regresarme, se les acabó el presupuesto y huevos nunca tuvieron.

Luego llegaron las viejas caras… Myriam Tijeras… ay, Tijeras, somos tan iguales que no cabemos en las mismas cantinas-canciones, como dice la canción...

Y Corcobado y Nacho Vegas… y un chilango que adopté como a mi hijo… y una pareja cineasta… y ella, bello descubrimiento en el universo de la amistad, que odia a los jalisquillos… y cantamos y cantamos y cantamos y cantamos...

Y las luces de una ciudad polvosa que duerme temprano y que me despidieron con un parabrisas roto y limpiadores como pestañas…

Mismo día, mismo lugar, voz horrible...

Tuesday, December 11, 2007

Receta...

Receta para la confección de homenajes en Bellas Artes:
1: Tome a un viejito que sepa 30 idiomas y 25 de ellas ya estén muertas.
2: Es importante que haya traducido por lo menos dos evangelios; agregará una mejor impresión si además es poeta, ensayista, novelista y traductor.
3: Este personaje debe estar casado con una bruja en lo personal, una doncella en lo general. Le debe llevar por lo menos 30 años.
4: Llene el recinto de aplaudidores (aunque no le hayan leído nunca)
5: Déle una medalla.
6: Revuélvalo todo y envíe esas imágenes a los diarios. A los reporteros de cultura déles las obras completas (no es necesario que las lean).
7: Espere a que otro viejito culto, se parezca o no a Santa Clós, cumpla 80 años.

Friday, December 07, 2007

Sir...

Un personaje, ya te advertían, un maestro y no payaso –como Modenessi-. Impresionaba él y la forma en que reventaban sus pulmones cada que tosía, hasta le dolían a uno. Pero ahí estaba, con su pipa y su saco verdoso a cuadros; con sus garabatos en el pizarrón, con su ritmo de los poemas ta-ta ta-tá ta-tá tatá she-dwelt a-mong the-untro dden-ways…

En la nota de La Jornada alguien declara que él siempre buscaba que las personas vivieran más tristes o más felices, pero de manera apasionada. Y qué puedo decir si sólo fui uno de sus miles de alumnos pero sí, así era. Y todo, todo, absolutamente todo lo relacionaba con la poesía… los comerciales de champú tienen sus orígenes en Kubla Kahn; ven los volcanes? pues desde este salón podemos verlos gracias a Shelly, Wordsworth, Coleridge, Byron, Blake, Keats… es por los poetas románticos, explicaba, que tenemos una Facultad como esta, con ventanales que te acercan a la naturaleza. Naturaleza, individualidad.

Individualidad. Es lo que siempre fomentaba. En la individualidad radica todo, todo… sea lo que sea que pienses de tal poema poeta pero con inteligencia e individualidad. Con eso como regla, y a su edad, siempre arrancaba suspiros en las niñas que hasta entonces sólo leían a Jane Austen.

Saqué 8 en mi trabajo final (un ensayo de London), que me puso feliz; mientras que Rocío, ah pinche Rocío tan inteligente y tan clavada con su ensayo, estaba frustrada porque merecía un 10 y no un 9. Pero nadie sacaba 10 con él.

Además de las charlas de este verdadero Sir, tengo un tesoro: sus clases grabadas en cassettes, porque en ese tiempo metía a escondidas una pequeña grabadora que, si él la hubiera descubierto alguna vez, quién sabe qué hubiera pasado. Ahí está guardado todo el romanticismo inglés en sus palabras.

Y quizá un día que tenga tiempo correré las cintas en los momentos en que habla de Keats o de Coleridge. Me brincaré las partes de mis opiniones que empezaban siempre con un well, I think that… y él siempre gritaba: You think? You think? Ahh!! y las niñas reían. Pondré esas cintas quizá en los momentos en que habla sobre la revolución industrial y sus consecuencias. O de los Lucy Poems. O de Michael y la frase and never lifted up a single stone… Invitaré a Rocío, a Rocío que era la que más debatía con él, la que de la clase fue quien más le aprendió... la que está inconsolable como poema de Wordsworth, por la pérdida de Sir Colin White Muller. Navegue pues en su velero y pesque, pesque... pesque que ya está de vacaciones...


A slumber did my spirit seal
A slumber did my spirit seal;
I had no human fears:
She seemed a thing that could not feel
The touch of earthly years.

No motion has she now, no force;
She neither hears nor sees,
Rolled round in earth's diurnal course,
With rocks, and stones, and trees.

William Wordsworth

Thursday, December 06, 2007

27 JILIF (léase alrevés)...

Días infernales!! niños, duendes de santaclós haciendo regalos, gitanitos borrachos, nosotros nosotros nosotros... pero sobrevivimos y hasta dónde sé todo salió bien, hasta nuestro clima...




















































Continuará...