Thursday, November 22, 2007

Alquien querido...

Soñé que temblaba. Y que en el mismo sueño iba al cine. Y que cuando salía del cine había una frase del supuesto personaje que resumía toda la obra y lo comentaba con alguien querido. Cuando dice: 'que el destino se vuelva candente, (por el bien de todos) pero que lo haga cuando yo no esté cerca'.
Pero no sé qué significa... no ha temblado (espero no ocurra)... y tampoco he ido al cine...

Ya no seré policía...

Un Dragón come su sombra-domingo-de- 7am
Si pienso me pongo triste… creo que lo único bueno de todo esto ha sido estar de vuelta… aún muerto pero de vuelta… gripiento… moquiento… diez días con sus diez noches de libros conciertos y mujeres-cebollas como compañeras… yo con la espalda rota y llena y cansada y fría… y con un cuerpo acéfalo dirigido ahora hacia la FIL de Guadalajara… otros diez? once? doce días con sus doce noches?

Creo que a veces he vagado como el personaje –secundario- de una mala película. Sólo que a diferencia del cine en mi vida no hay elipsis; es decir, cuando un personaje está a punto de subir escaleras la elipsis sirve para llevar al espectador del inicio de las escaleras a la torre, por ejemplo. La elipsis ahorra todo ese trayecto y uno entiende que, claro, ha caminado cada escalón. Yo no, realmente he vagado a veces. Desde pequeño me gustaba salir a caminar en la madrugada. Iba por un jumex de pera al seven de la esquina y terminaba en el monumento a la revolución. Sin elipsis.

He vagado en metro, también sin elipsis. Perdido como cuando ya no puedes estar más perdido… una vez por ejemplo, seguí a un vendedor de lamparitas mientras hacía cuentas de cuánto vendía. Varios vagones, una lana; realmente una lana. Y mi ociosidad, realmente ociosidad.

Una vez, no hace mucho antes de tener este trabajo y cuando en realidad no sabía qué hacer de mi vida, vagaba sin elipsis en el metro. Vi uno de esos carteles que te invitan a incluirte en las fuerzas y líneas de la policía bancaria comercial. Apunté el número y dije que de vuelta a casa iba a pedir informes.

Quería ser de la bancaria; o policía o soldado. Así es. Y también era una incógnita para mí.

Pasaron algunos meses y una amiga resolvió el enigma. En esos momentos en que mi vida era un desorden quería ser de la bancaria porque necesitaba el control de ella. Ser soldado o policía implicaba seguir órdenes únicamente, tener la rutina el control, aquél que había perdido.

Ya no quiero ser de la bancaria, por ahora. No tengo control de algunas cosas que me siguen ocurriendo pero ya no quiero ser ni soldado ni nada; quiero este trabajo. Y estoy casi de vuelta. Me falta sobrevivir la FIL… luego, ya sólo quiero descansar… descansar sin elipsis...

Wednesday, November 07, 2007

Sol negro...

Una escuela sin enseñanza una discusión de la mafia editorial una ciudad arqueada una noche-mundo-pañuelo Karla, Karla y sus fotos-niagara… sus cuentos en copias dos mujeres un también me gusta K. Dick… y Farah… una coordenada ahí donde las arañas tejen sus nidos un six-banqueta... y el libro que por fin presenta… ya lo que debía decirle ya se lo dije al buen Edgar…

LUZ
La noche es la luz de un sol negro. Con esa luz vemos lo que realmente hay en el mundo: Nada. En la clara oscuridad del día, los focos prendidos y el fuego de las velas, no vemos: imaginamos ciudades y rostros que no existen. EOA

Thursday, November 01, 2007

Otro Juarroz pero con un poco de día de muertos, por favor...

Poesía Vertical VI (25)

Hay pocas muertes enteras.
Los cementerios están llenos de fraudes.
Las calles están llenas de fantasmas.

Hay pocas muertes enteras.
Pero el pájaro sabe en qué rama última se posa
Y el árbol sabe donde termina el pájaro.

Hay pocas muertes enteras.
La muerte cada vez es más insegura.
La muerte es una experiencia de vida.
Y a veces se necesitan dos vidas
para poder completar una muerte.

Hay pocas muertes enteras.
Las campanas doblan siempre lo mismo.
Pero la realidad ya no ofrece garantías
y no basta vivir para morir.