Ese laguito en el techo nos convierte en la toma aérea de una película aburrida donde lo único que ocurre es que yacemos.
Pero nadie se entera que en una tabla de futuro mis ojos surfean sobre tus ronquidos. O que con tu brazo izquierdo sobre mí inventas un planeta; con el derecho un jardín. O que el tiempo se encoge a luz mutante. O que los dedos de mis pies cuentan chismes a los tuyos. O que daremos un salto al vacío, sin besos al horizonte de la despedida.
Ni que duermes en el fondo de la lluvia que imagino.
O que esta cobija con tu corazón bordado es lo que quita el frío y las estrellas tatuadas en tus manos lo que da la luz de 40 watts. Que tus piernas-tren hacen vías al sur. Que la tv apagada repasa tus nombres: Oxígeno, Cenicienta Morrison que Espero en una Cabaña junto a la Carretera para Salvar la Ciudad; Libro de Shaun Tan...
Ni que hasta hoy la noche ha encontrado al fin su mejor forma, en ti.
Ese laguito en el techo nos convierte en la toma aérea de una película aburrida, aburrida, que sólo tú y yo soñamos.
Pero nadie se entera que en una tabla de futuro mis ojos surfean sobre tus ronquidos. O que con tu brazo izquierdo sobre mí inventas un planeta; con el derecho un jardín. O que el tiempo se encoge a luz mutante. O que los dedos de mis pies cuentan chismes a los tuyos. O que daremos un salto al vacío, sin besos al horizonte de la despedida.
Ni que duermes en el fondo de la lluvia que imagino.
O que esta cobija con tu corazón bordado es lo que quita el frío y las estrellas tatuadas en tus manos lo que da la luz de 40 watts. Que tus piernas-tren hacen vías al sur. Que la tv apagada repasa tus nombres: Oxígeno, Cenicienta Morrison que Espero en una Cabaña junto a la Carretera para Salvar la Ciudad; Libro de Shaun Tan...
Ni que hasta hoy la noche ha encontrado al fin su mejor forma, en ti.
Ese laguito en el techo nos convierte en la toma aérea de una película aburrida, aburrida, que sólo tú y yo soñamos.