Wednesday, June 02, 2010

Lo mismo que ella, por favor...

Quizá haya formas más profundas-filosóficas-poéticas para hablar sobre las inercias que le dejan a uno las chicas pero ésta canción es un molde conciso. Porque para hablar de esa propiedad de los hombres de resistirse al cambio del movimiento, es decir, la resistencia al efecto de una fuerza llamada mujer que se ejerce sobre nosotros, podríamos pasarnos años... y es mejor aprovechar el tiempo conociéndolas en vez de estudiándolas... Son las Calamaro en punto -y de nuevo- y ésta es una clase de física...



Algunas me duelen y otras no; otras me quieren todavía. Algunas me quieren y me odian a la vez. Algunas me partieron en tres y sigo buscando algún pedazo. Alguna se comió mi corazón.
Alguna vez te quise demasiado... la verdad es que sigo colgado de la que me colgó la última vez. Hay encuentros que nunca quise olvidar y no dejo de esperar el nuestro, partiéndome.
Alguna vez pedí perdón mil veces pero tengo mil más; y respiro sin mirarte en el aire. Mirarte en el aire es mi mayor problema, partirme en pedazos rotos de espejos y estás muy lejos.
Dicen los más viejos del bar: "primero hay que aprender a olvidar", no sé si habrás podido por los dos porque yo...