Sunday, June 13, 2010

Facebook, Twitter y más...

Por alguna razón no pude ver el penoso partido de la penosa selección mexicana; y me dio pena. Porque desde el día del sorteo de la penosa FIFA allá por noviembre en plena FIL, la verdad es que tenía pensado hacerlo.
Imaginé cientos de veces el partido inaugural: ahí estaría, emocionado, con buena compañía, viendo cómo ganábamos y ese momento, como muchos otros en muchos mundiales (la derrota contra Bulgaria en la casa de mis padres llena de amigos; el gol de Borguetti -lo único bueno que hizo en su vida- contra Italia; y luego la derrota contra Argentina en un bar de Acapulco mientras trabajaba en el Festival de Cine) se inmortalizaría por el resto de mis días. Pero siempre el Infinito me pone cosas chistosas y no pude ver el partido más que en la repetición de la tarde. Pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.
Conocí vía facebook del trabajo a una mujer que labora en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Resultó ser gran amiga de un director de cine de quien le conté la anécdota de cómo lo había entrevistado; de cómo NO publiqué la primer nota sobre el segundo filme que preparaba; de cómo después de dos años esta peli ganó varios reconocimientos internacionales; y de cómo, a la fecha, nunca vi la película: DramaMex / Gerardo Naranjo (Infinito chistoso). Con blues en vivo adornando la cerveza Minerva Stout Sólo para Reyes Dice la Etiqueta (producto 100 por ciento tapatío), me contó cantidad de anécdotas del vato de las que al final coincidimos en su talento, valemadrismo y melancolía sobre ciertos temas que le son tabú como la paternidad. Pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.
Me contó además anécdotas sobre la corrupción y manipulación en y desde la SRE, hasta llegar a la selección nacional de la que me dijo, no me preocupara en tal caso.
Para empezar -y acaban de dar Entre 3, programa de opinión de Federico Reyes Heroles- coincido en que el futbol logra en este y otros países un sentido de unión y pertenencia social que no consigue otro deporte, a excepción, pienso, del box en la rama individual. Coincido en que en un partido, y he ahí su magia, se encuentran arquetipos que siempre nos van a despertar sensaciones: uno es héroe, uno es villano, uno puede enfrentar solo a todo un equipo (Maradona vs Inglaterra; Zinedine vs Brasil); uno puede lograr la redención; etc etc... La ONU, por ejemplo, registra 193 estados de nación; la FIFA (Federación Internacional de Fútbol), 224. Es interesante cómo hay más países bajo la lupa de un deporte y menos bajo la de la política.
Por mí que quienes están en contra del asunto futbolero sigan sin disfrutar un mundial. Pero no se puede dejar de reconocer que te guste o no este deporte, se trata del deporte de la clase media trabajadora; ni se puede negar que quienes cierran los ojos a eso es porque quizá los cierran a otras cosas.
Lakat, se llama ella, dice que la SRE ha pagado dinero a la FIFA para que México juegue al menos un quinto partido. La idea no es descabellada y para mí deja de ser un mero comentario -y tampoco tengo intención de contar esto como rumor o chisme- de entrada porque hay equipo, aunque históricamente falte mentalidad. Tampoco porque conocemos las triquiñuelas de nuestro país y de la FIFA (más las de nuestro país y su arte de manipular; recuerdo -y algún día me servirán esas anécdotas- lo que a mi nivel me tocó ver en Conaculta). Pero sobre todo, porque nos encontramos en el 'festejo' de un centenario y bicentenario, en uno de los momentos políticos más importantes para los políticos cuando tienen oportunidad de subrayar el 'progreso' que tan inteligentemente nos han otorgado, aunque el fin de semana hayan vuelto a subir la gasolina.
Regresarán como héroes, dice Lakat. Y me comenta que el cambio de color de uniforme a negro tiene todo qué ver en ese sentido. Ya no son los ratones verdes; ya son guerreros vestidos tipo Batman.
Próximamente abriré facebook y twitter y toda red social nueva porque de un tiempo a esta parte ha salido siempre al tema: 'tienes facebook?; agrégame'. Yo las veo con cara de 'ay'; mis amigos tienen y hasta mis padres. Ya todos están ahí.
Pero antes, obvio, acabaré ese proyecto del que ya tendrán noticias para equilibrar el universo y redimirme antes; para ganar el juego antes y no como la selección a la que probable-seguramente, hay qué comprarle los partidos. Y porque si no abro ninguna de estas cuentas -creánme que me ha costado trabajo decidirlo no sé por qué- sería perder, hasta cierto punto, un hilo de unión con la gente que pienso...y eso sería parecido a la sensación de no ver los partidos del mundial.