Thursday, June 17, 2010

El bike-power...

Una parte de las nuevas generaciones viven, sin darse cuenta, como los hippies de los 60's.
Personalmente me han cansado un poco esos aires. Ya no es el flower-power ni la moda-inocencia de querer cambiarlo, ni siquiera todo sino lo que burguesmente les 'preocupa', con florecitas. Ahora es el bike-power. Ya no se paran frente a un granadero y le ponen una flor en el fusil; ahora estacionan sus bicis frente al poli y el fusil, y pedalean de uno de los más grandes inventos del siglo XIX haciéndolo tribuna.
Dónde está la gente que sí se rifaba? a esa que si le caga un derrame petrolero va a la playa a limpiar pelícanos y no sólo expresa su malestar y 'solidaridad' (?) desde un micrófono tan frágil como el facebook. O la que escribía desde una redacción y hacía que cientos fueran a la playa a limpiar pelícanos.
Si han revivido los hippies, me motiva entonces que reviva su contraparte menos divertida: el NO FUN del punk; el NO FUN de la radicalidad, el NO FUN de saber que lo no divertido no se detuvo con florecitas ni se dentendrá con bicis, sino con actitud.
Que los hippies de boutique en dos ruedas sigan haciendo lo que hacen. Es cierto, la bicicleta permite avanzar a la única velocidad permitida: la humana (como dijo un bici-mensajero de Los Angeles que conoció a David Byrne quien también gusta de las bicis). Pero ya no es una actitud sino una trade hippie mark que es como una hippie-marca registrada.
Bienvenidos los neo-NO FUN-punks. Y la honestidad aprendida -aunque sea por errores de nosotros mismos o de las generaciones pasadas como la mía-: ahí está la rueda de todo, de todo lo que debe girar.
NO FUN!!!
Y que muera el bike-power.