Friday, June 19, 2009

Nomás no...


Debo, asfixiado por el organigrama laboral o las órdenes desde arriba, abrir una cuenta en Facebook.
Hoy tuve el valor y empecé a poner unos datos todos ellos falsos. Puse que había nacido en 1900. Me gustó la idea. Pensé que igual regresando a casa descubría que era un talentoso en el piano y que era una leyenda, justo como en la peli de Tornatore 'La leyenda de 1900'.
Pero al final, como ven, el valor me duró 23 minutos.
No me animo y para despistar haré lo que sé hacer... hacerme bien guey.
Con este pretexto iba a poner Seventeen seconds (de esa bandota triple super sayayin nivel cinco que es The Cure...), porque son los segundos que nos quedan a todos. Son los segundos que duré suscrito a una red social; los segundos que se hacen de aquí a allá; los segundos que nos tocó arreglarlo todo aunque tardamos dos días; los segundos que duró el aniversario de El Borreguito Darky; los segundos en que nos ocupamos del mar; los segundos que dura el tráfico en el DF; los segundos que llevo autoexiliado en esta ciudad.
Y digo iba a poner porque no encontré ningún video -aceptable- en el youtube. Aún así dejo la poesía en el tick-tack tick-tack tick-tick... tick... tack... tick-tack... de la voz de Roberto.
Y suya.

Seventeen seconds
Time slips away
And the light begins to fade
And everything is quiet now
Feeling is gone
And the picture disappears
And everything is cold now
The dream had to end
The wish never came true
And the girl
Starts to sing

Seventeen seconds
A measure of life
Seventeen seconds