Wednesday, November 05, 2008

Reporte especial...

Comprometida con su público, La Mocte Niüs está siempre donde está la noticia. Tan es así que ayer en el accidente aéreo que hoy nos pone en ‘luto nacional’ (luto nacional?? mis huevos! que se mueran más inútiles, dice Morzo y tiene razón) casi se lleva a nuestro corresponsal Boris la Araña Marciana, único reportero que heredó el don de la ubicuidad de ese dios Tezcatlipoca, guardián que tenía la habilidad de estar en varios sitios a la vez.

Contrario a lo acostumbrado por Televisa y TV Azteca, no haremos todo un melodrama de esto (recuerdan al maricón maquillado ese, Eduardo Salazar, que López Dóriga mandó a Irak sólo para que nosotros lo viéramos llorar frente a las cámaras? ah qué coraje que nos dio verlo chillando ahí ensuciando y faltando el respeto a nombres como Ernie Pyle, Robert Fisk, Ryszard Kapuściński… maldición!!!). Boris, esta redacción agradece al Infinito que te nos haya mantenido sano y salvo pero no haremos melodramas porque ese es tu trabajo. Y aquí no chillamos como esos a los que yo llamo ‘Los maquillados’ que no son más que seudo-reporterillos, re-puterillos de Televisa y Azteca que en realidad sólo son profesionales para dar chismes en La oreja.

Carta de Boris:
Carnalazo (en lenguaje de la Mocte Niüs esto quiere decir: Estimado Jefe de Información), nada menos ayer te decía que te cuidaras porque te podría caer un yunque del cielo y mira lo que son las cosas...
Te escribo esto porque por poco ya no te lo escribo. Ayer, a las 18:45 horas estaba yo saliendo de una junta de la chamba a dos cuadras de donde cayó el avionazo de Juan Camilo Mouriño.
La junta se retrasó por lo que salimos tarde. Pero de haber salido más temprano quizás hubiera estado atrapado en el tráfico justo donde cayó el chingado avión.
De pronto tembló el edificio en donde estábamos y cuando nos evacuaron, un enorme incendio se dejaba ver entre el apagón que rodeaba a los edificios.
Un abrazo carnal. Te decía que te cuidaras… pero el yunque casi cae sobre mi cabeza.

EN LA OPINIÓN DE…
Por Boris la Araña Marciana, corresponsal…

Creo que el día de ayer (Martes 4 de Noviembre del 2008) pasará a la posteridad como un día que ya se había vislumbrado.

No creo en profecías, ni soy parte de alguna secta milenarista apocalíptica a lo David Koresh Kosher, ¡definitivamente no! Tampoco soy un fanático de la ultraderecha religiosa que proclama que el fin se acerca, que nos arrepintamos de nuestros pecados y que todo está perdido. Nel, eso no es para mí.

Pero recuerdo a una tía viejita que sí es bien mochila. De esas que rezan su rosario todos los días y que van fervientemente los domingos a misa. Y como todas esas personas, es una señora que le tiene fe ciega a todas las mamadas que escupen los padres para malinformar a sus feligreses. Y también cree "en lo que dice la gente".

Recuerdo que esta tía de la que les hablo cuando era yo niño me decía que el mundo se iba a acabar en el año 2000, que iban a bajar los ángeles a ponerse en su madre con los demonios y ondas como esas.

Recuerdo también que se apanicaba muy cabrón con "las profecías de Nostradamus". Debo aclarar que así se llama una peli que pasaban en el canal 5 de vez en vez, cuando no tenían nada qué poner los de Televisa.

Se quedaba impactada con los efectos de ver llover sangre y de cómo caía una bomba atómica a lo Terminator 2. Y también me decía que ese tal Nostradamus era un cabrón con mucho tino y que todo lo que decía se cumplía.

Que se había cumplido eso de que Napoleón era muy cabrón. Que era tan atinado, que nomás le había fallado una letra para decir que Hitler iba a causar un chingo de muertes. Que en vez de Hitler, había dicho "Hister".

También se clavaba bien cabrón en la textura cuando decían que la señal del fin del mundo era que llegara un papa negro y que iba a empezar a llover fuego del cielo. Que después de eso llegaría el anticristo y todo iba a valer madres.

Bueno, pues la cosa es que el día de ayer empezaron a caer cosas del cielo para acabar en una tremenda llamarada en el piso. El objeto en cuestión era la avioneta del Secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Objetos cayendo del cielo provocando fuego.

Media hora después se declaraba a nivel internacional que si bien no había un Papa negro, otro negro llegaba a tomar las riendas de algo más poderoso que el Vaticano. Lo digo porque (hasta donde sabemos) en el Vaticano no tienen misiles nucleares y en el gabacho sí. Barack Obama llegó a ser el primer presidente negro de EU.

Recuerdo también que el tal Nostradamus decía que un árabe iba a hacer una gran desmadre. Y si bien Osama tiró un par de torres en Nueva York, hay muchas teorías de que no fue él exactamente.

Y si bien otro árabe por ahí llamado Saddam Hussein también hizo muchos desmadres, lo persiguieron como perro a traición los mismos quienes le dieron alas. Uno menos a la lista.

Pero les quiero recordar que "el nombre medio de Obama es Hussein"...

Quizás esto sea el comienzo del fin del mundo. O quizás no.

De todas forma si esto fuera el principio del fin del mundo, me gustaría que fuera como lo dice el título de una canción de R.E.M. It's the end of the world as we know it... and I feel fine.

Si se piensa después de un rato, no está tan mal dejar volar la imaginación en pleno sueño guajiro.

Que se acabe el mundo de las crisis económicas internacionales para pasar a un mundo globalizado sin fronteras y con un comercio justo.

Que se acabe el mundo donde consumimos petróleo a madres para aprender a cuidar al planeta, que es en donde vivimos. A usar materias y energías renovables/sustentables.

Que llegue un anticristo que tumbe a la pinche Iglesia. Porque quizás así acaben las manipulaciones y el tráfico de poder en ella. Quizás así acaben todos los crímenes de pederastia que se ocultan bajo las sotanas, o al menos, se castiguen con todas las de la ley.

A fin de cuentas, si todo se va a acabar tengo derecho de pedir un final feliz. Quizás sólo nos caiga una bomba atómica como en Terminator 2 y valgamos madres.

Como sea, hay que estar allí para ver el final...