Es la segunda marchita fresita. La derecha. A la que sí escuchan. A la que los medios sí promueven. A la que no asisten vándalos sino gente educada; a la que no van delincuentes sino gente de bien; a la que no van indígenas encuerados de pueblos lejanos sino gente vestida de blanco y de ahí cerquita. La marchita donde cantan el himno nacional (eso qué?) en vez de gritar 'el pueblo unido jamás será vencido' o 'la tierra es de quien la trabaja'. La marchita de reflectores que sólo ilumina lo disparejo que está este país: los pocos ricos que convocan más que los muchos pobres que cuando convocan, nadie los pela. Esta vez todos van, primero porque es de la mano de los 'poderosos' de dónde comen migas los periodistas y los medios. Segundo por lo influenciable que es la gente que se cree todo lo que pasa por TV (ahh; mi madre fue! le dije que si quiere andar de marcha que se vaya con los de los 400 pueblos -aunque digan que les pagan 500 diarios-, a ver, a ver...).
La verdadera iluminación de esta pinche marchita es eso: un puto país disparejo. A ver si cuando se marche en contra de la privatización de la energía eléctrica y/o del petróleo, esos maquillados que salen a cuadro y repiten noticias, convocan con las mismas ganas; a ver si también dicen 'México es de nosotros y no nos lo quitarán'; a ver si igual se conmueven cuando en esas protestas se cante el himno nacional... Pinche país oscuro; no nos ilumina el sol, nos alumbra una velita, una velita como esas que llevaron a esa pinche marchita.
Y de puro coraje dejo esta nota (qué bien que recuperaron al chamaco, pero eso es otro tema).
Cobran rescate por plagio en marcha contra inseguridad
Los secuestradores de un niño de 12 años pidieron a los padres de su víctima acudir a la movilización ciudadana del pasado sábado, caminar del Ángel de la Independencia a la Glorieta de Colón y después dejar en un puesto de periódico la bolsa con el dinero
El pasado sábado, mientras miles de personas marchaban por las calles de la zona centro de la Ciudad de México para demandar a las autoridades acciones en contra de la delincuencia, una familia pagó el rescate para recuperar a su hijo que había sido secuestrado.
La señora Laura Martínez confirmó que para liberar a su hijo de 12 años, los secuestradores le pidieron a su esposo que acudiera a la marcha Iluminemos México celebrada el pasado 30 de agosto a las 18:00 horas.
De acuerdo con el testimonio de Martínez, ofrecido a W Radio, los presuntos delincuentes solicitaron al padre de la víctima que esperara en el Ángel de la Independencia a las 17:00 horas, de donde le pidieron que marchara a la Glorieta de Colón.
"Me lo traían de un lado para otro, y ahí fue donde le dijeron que fuera al edificio de la Comisión Federal de Electricidad, colgaron, volvieron a llamar diciendo que no, que mejor se fuera a la calle de Roma y Berlín, ahí había un puesto de periódicos, que ahí dejara el dinero en una bolsa negra de plástico y obedecimos lo que ellos pidieron.
"A los pocos minutos de dejar la bolsa aparece un Pointer color arena con los vidrios completamente polarizados, no se veía nada, baja de él un muchachito, joven él, bajó rápidamente y agarra la bolsa, se sube corriendo al carro, se marchan y 100 metros más adelanto bajaron a mi niño", relató.
Martínez relató que el pasado 28 de agosto a las 14:00 horas, unos sujetos a bordo de una camioneta se llevaron a su hijo, quien jugaba con unos amigos afuera de su casa. Tuvo noticias de los plagiarios tres horas después, cuando solicitaron un millón de pesos de rescate.
"Empezaron las llamadas telefónicas, fueron alrededor de 15 llamadas en las cuales (hubo) amenazas, majaderías (...) estuvimos así hasta que pararon las llamadas, el 29 a la una de la mañana volvieron a llamar contactándonos, diciendo que como buena voluntad nos iban a bajar a 500 mil pesos y que los tuviéramos si no queríamos que le hicieran algo al niño, que fueran a mutilarle un dedito o me lo fueran a matar.
"El día 30 de agosto vuelven a llamar y le dicen a mi esposo que le acompletáramos 70 mil pesos y que fuera a la marcha, que ahí le darían más instrucciones. A las cinco de la tarde volvieron a llamar al celular de él y le dijeron que esperara en el Ángel de la Independencia.
Laura Martínez dijo que su familia decidió no denunciar los hechos ante la falta de confianza en las autoridades.
"¿Ante quién denuncio si no hacen nada? teniendo ahí a las autoridades en la marcha y todo...".
Finalizó diciendo que ella y su familia se irán del país.