Una de las cosas más interesantes sobre el teatro de calle actual es el aire. Todo tiene qué ver con las alturas…Ayer terminó un festival cultural en Guadalajara (que no diré su nombre porque me parece espantoso). Puja, Strange Fruit, Los Arquitectos del Aire (con la construcción de Luminarium)…pero lo más sobresaliente fue Panoptikum.
Y el aire? pareciera que nos elevamos porque ya ni en la ficción del teatro queremos habitar aquí. Es mi visión pesimista-pero-sobre-todo-inmediata, en realidad no sé nada de esto pero es interesante cómo todo va por los cielos…cómo flota todo…flota como dice la bandota El Columpio Asesino: '…en mundo muerto sin dirección sin una dirección…bajo la mar todo ha muerto el cielo se borró la luna ya se vendió…Fuimos de nuevo engañados con grasa con grasa… con grasa de cerdo…’
Panoptikum fue lo mejor. Basado en el Libro de las Preguntas (P. Neruda), estos alemanes hacen una puesta en escena-puesta en explanada del festival-puesta físicamente sobre la cabeza de los espectadores-puesta artísticamente sobre sus sensibilidades-puesta musicalmente sobre melodías de tiempos modernos...Una obra de distintos niveles con una sola anécdota: el proceso creativo de un escritor, sus demonios sus musas…sus ideas sus preguntas…Y de invitado de honor, La Palabra.
Sí, sí, sí… que si fue a dónde a mí me perdieron que logré por fin encontrarme? que si el alma se me cayó, por qué me sigue el esqueleto? que qué importancia tengo yo en el tribunal del olvido?...Todas gritadas al público contextualizadas por fuego y fuegos artificiales –esto último no me gustó, sobraba, creo-.
Lo mejor del festival de nombre espantoso. A mí me conquistó el cierre: cuando la lectura de poesía -son necesarias más lecturas así- y el performance terminan, y en el momento en que el escritor flota sobre lo alto adornado con una lluvia de artificiales, ya exitoso ya liberado de sus demonios, en su sala de creación un ángel rubio pero oscuro, de alas negras, sigue golpeando el teclado ya en completa oscuridad, sin siquiera la chispita de una luz de bengala (lo verán brevemente -aunque aún iluminado por reflectores- en el minuto 7:39 de este video)...
Y el aire? pareciera que nos elevamos porque ya ni en la ficción del teatro queremos habitar aquí. Es mi visión pesimista-pero-sobre-todo-inmediata, en realidad no sé nada de esto pero es interesante cómo todo va por los cielos…cómo flota todo…flota como dice la bandota El Columpio Asesino: '…en mundo muerto sin dirección sin una dirección…bajo la mar todo ha muerto el cielo se borró la luna ya se vendió…Fuimos de nuevo engañados con grasa con grasa… con grasa de cerdo…’
Panoptikum fue lo mejor. Basado en el Libro de las Preguntas (P. Neruda), estos alemanes hacen una puesta en escena-puesta en explanada del festival-puesta físicamente sobre la cabeza de los espectadores-puesta artísticamente sobre sus sensibilidades-puesta musicalmente sobre melodías de tiempos modernos...Una obra de distintos niveles con una sola anécdota: el proceso creativo de un escritor, sus demonios sus musas…sus ideas sus preguntas…Y de invitado de honor, La Palabra.
Sí, sí, sí… que si fue a dónde a mí me perdieron que logré por fin encontrarme? que si el alma se me cayó, por qué me sigue el esqueleto? que qué importancia tengo yo en el tribunal del olvido?...Todas gritadas al público contextualizadas por fuego y fuegos artificiales –esto último no me gustó, sobraba, creo-.
Lo mejor del festival de nombre espantoso. A mí me conquistó el cierre: cuando la lectura de poesía -son necesarias más lecturas así- y el performance terminan, y en el momento en que el escritor flota sobre lo alto adornado con una lluvia de artificiales, ya exitoso ya liberado de sus demonios, en su sala de creación un ángel rubio pero oscuro, de alas negras, sigue golpeando el teclado ya en completa oscuridad, sin siquiera la chispita de una luz de bengala (lo verán brevemente -aunque aún iluminado por reflectores- en el minuto 7:39 de este video)...
