Friday, April 17, 2009

Ojo de Agua...

No sé… A dónde mis botas me quieran llevar.
Hace diez años esa fue su respuesta cuando le preguntaron a dónde iría.
Pero era al fin la respuesta correcta porque fue hasta la taquilla de la línea de bus cuando decidió, o sus botas decidieron, para dónde el boleto.
En esa travesía llegó a SLP y a T, un pueblo incrustado en algún lugar de la huasteca…
Ahí conoció a Don Santano, quien le brindó hospedaje junto con su familia.
Se hicieron amigos y pasó una temporada ahí.
En ese entonces ninguno de los dos sabría que pasarían diez años para verse de nuevo. Tampoco que como en Wakefield, de Hawthorne, Don Tano le estaría esperando y le recibiría, pasado ese tiempo, como si su ausencia hubiera sido de un solo día. Y no nadamás lo recordaba Don Tano sino todo el pequeño pueblo -ahora de 340 habitantes-.
En algún momento en medio de esos diez años a mí me tocó, por su recomendación, visitar a Don Tano. Entonces iba Laora (eterna Papillon, Panqueque de la Mañana, Bruit du Frigo que se adelantó-desplazó a donde sea que se adelanta-desplaza uno cuando se adelanta-desplaza).

Y esta semana él me mandó un correo -en un tono imperativo y también hawthorneano-:
Nos vemos el sábado en el solar del Sr. Santano C. (la Casa de los pinos).
Y ya. No más.
Al llamado imperativo de mi hermano, dueño de esas botas que aún le compran boletos, asistieron además mis viejos y mi hermana. Faltó el otro, aunque todo el tiempo nos acordamos de él.
Y apenas pisar cas'e Don Tano fue como si todos se conocieran. El Don y mi viejo hablaban de mujeres. Don Tano recitaba frases de canciones y de películas. Y hablaba cómo, además, era quizá la persona que gozaba de gran respeto en T.
Pero yo pensaba en sus hijos que estaban lejos.
Puta migración.
Puta migración -que en este y en los siguientes días se convertiría en uno de los temas-.
Coincidió además que el 42GCIF llevaba una semana de terminado. Ahí habíamos visto 'Los que se quedan', poderoso documental de Juan Carlos Rulfo. Y putamadre cómo está de conmovedor (tu eras la que tenía la piel chinita?, días atrás le había preguntado Rulfo a Shecomesincolorsintheair cuando ella no sólo cambió de piel sino que se le salieron lágrimas; pero no se lo confesó).
Yo pensaba en la puta migración. Pensaba en la experiencia de Elena, hija de Don Tano, y en lo que sobrevivió para cruzar a EU:
- Yo dije que no sabía nadar pero sí sé; si yo me crié aquí en la cascada! Pero lo dije porque a los que sabían, ya no les ayudaban. En el río no está muy lejos la cruzada pero hay unas aspas, son contenedores, y cierran y abren, y te jalan. Y sí había gente que no sabía nadar pero tenían qué aventarse. Ya en el camión yo iba hasta adelante, en un hueco bien chiquito y atrás de mí iban 20 personas más. Puse mi brazo delante porque me empujaban hacia las llantas. No podía respirar, yo pensaba que ya no vivía y mi brazo, como me seguían empujando, hacía mucha fuerza. Y cuando me sacaron de la caja del camión me desmayé y no sentía mi brazo, pensaba que me lo habían cortado. Mi hermana me dijo, si sabía que te iban a traer así, no te hago que te pases'.
A los tres años ella debió volverse para cuidar a su madre de la artritis. Y ya se acostumbró de nuevo y ya no regresa a EU aunque le gustaba vivir allá ('está bien bonito'). Al final soltó una conmovedora declaración cuando le pregunté por los novios: no, dijo, ellos son los que la escogen a una.
Yo seguía pensando en lo rifado de Rulfo. Pensaba en la declaración de uno de los personajes en ese documental; una declaración hecha con unos tragos encima y melancólico porque en unos días debía despedirse, de nuevo, de esposa e hijos y regresar a EU. Iba más o menos así:
'Yo miento al 50 por ciento; sí. Pero los políticos al 90 por ciento... Pero bueno, ese es su trabajo para eso están ahí'.
Y me puse melancólico aún cuando quedamos en volver con el pretexto de que Elena prometió enseñarnos a hacer pan en horno; pero estoy seguro que las despedidas, para la familia de Don Tano, son menos dolorosas desde que se fueron sus hijos. Esa sí debió doler.
Shecomesincolors llevaba su cámara y retrató la linda casa con su pasto verde-verde, su altar, sus árboles de lima, tamarindo, plátano... su ojo de agua que tiene en el jardín!! (y por el que hace tiempo una transnacional le ofreció a Don Tano cien mil pesos y Don Tano -a huevo!- los mandó a la chingada: 'no, ni aunque me hubieran ofrecido cien mil veces cien mil!'):
- Tengo fotografías increíbles de las dos familias... - dijo Shecomesincolors.
- A ver...
- No, no... En la cabeza.
E inmediatamente hice una foto en la mía:
El pasto de la casa de Don Tano está igual de verde-verde. Elena hace pan en el horno. Los Don Tano están en sus mecedoras. Entran dos jóvenes corriendo (para el resto de la gente que no entiende, estos se verán como adultos); corren con niños-nietos en sus brazos. Los Don Tano reconocen a los pequeños porque están igualitos que en las fotos. Y los reciben a todos como en un cuento de Hawthorne: como si no hubieran pasado doce años sin verlos...
sino

un

solo




día.

Y tengo otra imagen pero esa no es una foto; es basura:
Puto gobierno (dizque de puto Felipe Calderón Hinojosa)
puto país de México
puta bandera mexicana
puto himno mexicano de mierda.