Monday, August 16, 2010

Descuartizada...

Primero apareció tu mano derecha en un restaurante. El mesero brincó como si fuera una rata y fue él quién desparramó el vino.
La pierna izquierda la encontré a lado de la Catedral. Pensé compartir un poco de su sangre a alguna figura dentro pero disimuladamente la metí en una bolsa y huí.
La otra pierna y la otra mano con todo y brazo aparecieron afuera del trabajo. Fue curioso porque de día había pasado justo por ahí pero fue en la noche lluviosa cuando los restos lucían tan brillantes. Tan nítidos.
Y así fui por toda la ciudad desde Abril.
Víscera tras víscera, nervio tras nervio, vena tras vena lo he juntado todo hasta tu cabeza que había estado justamente ahí, en el basurero de mi nariz.
Lo que a la fecha no ha aparecido es tu corazón.
Y me piden darlo todo por perdido.