Wednesday, March 10, 2010

Recibos...

Cuota: Cantidad fija con que cada uno debe contribuir a un gasto colectivo.
Colectivo: Grupo o conjunto de personas con intereses comunes (de dos en adelante).

Uno puede dejar de pagar cuotas de luz, agua, gas, internet o cable, y tener suspendido el servicio. Luego, volver a pagar con un cargo extra y al cabo de unos días tener reestablecido el servicio gracias a un técnico experto o proveedor que lo deja todo como si nunca se hubiera dejado de pagar.
El problema es que mientras todo se ajusta, la mecánica del hogar se afecta y sus consecuencias pueden ser verdaderas tragedias domésticas. Hace poco escuché el cuento de una mujer que hizo un viaje de trabajo, pesado y largo, que al volver a casa pensando en un baño caliente y no tener gas, decidió auto-exiliarse porque no toleró la desgracia.
No fue la carencia de gas sino el exceso de presión o desesperanza.
Y que en la vida hay cuotas, cantidades indeterminadas de valores, sentimientos y muestras de afecto que uno debe contribuir en el gasto colectivo de una relación, con esa persona con quien se tienen intereses comunes. Y que deben pagarse en un preciso momento porque de otra forma las consecuencias pueden ser catastróficas y desesperanzadoras: a diferencia de volver a pagar el agua, la luz o el gas, pagar muestras de afecto a destiempo no implica que el servicio vaya a reestablecerse ni que llegue un técnico para arreglarlo todo.
Al único a quien se podría hacer un reclamo o queja al respecto del mal servicio de reconexión es al Tiempo; pero éste no tiene ventanilla de quejas. Así que cuando llegue a la puerta de su cuerpo el recibo del pago de cuota, que su miedo no lo pierda o lo deje olvidado por ahí en algún lugar. Tómelo, guárdelo bien, y antes de que caduque contribuya con grandes cantidades de todo; sí, de todo.