Video-bonus:
Vi esto y pensé que me hubiera gustado ser la patineta-humana de Kim Gordon cuando ella tuviera 21. Chass, hubiera estado chido.
Es la segunda marchita fresita. La derecha. A la que sí escuchan. A la que los medios sí promueven. A la que no asisten vándalos sino gente educada; a la que no van delincuentes sino gente de bien; a la que no van indígenas encuerados de pueblos lejanos sino gente vestida de blanco y de ahí cerquita. La marchita donde cantan el himno nacional (eso qué?) en vez de gritar 'el pueblo unido jamás será vencido' o 'la tierra es de quien la trabaja'. La marchita de reflectores que sólo ilumina lo disparejo que está este país: los pocos ricos que convocan más que los muchos pobres que cuando convocan, nadie los pela. Esta vez todos van, primero porque es de la mano de los 'poderosos' de dónde comen migas los periodistas y los medios. Segundo por lo influenciable que es la gente que se cree todo lo que pasa por TV (ahh; mi madre fue! le dije que si quiere andar de marcha que se vaya con los de los 400 pueblos -aunque digan que les pagan 500 diarios-, a ver, a ver...).
La verdadera iluminación de esta pinche marchita es eso: un puto país disparejo. A ver si cuando se marche en contra de la privatización de la energía eléctrica y/o del petróleo, esos maquillados que salen a cuadro y repiten noticias, convocan con las mismas ganas; a ver si también dicen 'México es de nosotros y no nos lo quitarán'; a ver si igual se conmueven cuando en esas protestas se cante el himno nacional... Pinche país oscuro; no nos ilumina el sol, nos alumbra una velita, una velita como esas que llevaron a esa pinche marchita.
Y de puro coraje dejo esta nota (qué bien que recuperaron al chamaco, pero eso es otro tema).
Cobran rescate por plagio en marcha contra inseguridad
"¿Ante quién denuncio si no hacen nada? teniendo ahí a las autoridades en la marcha y todo...".